Heaven and hell.
Heaven and Hell, primer disco de Black Sabbath con el vocalista Ronnie James Dio, publicado en Abril de 1980, y el primero con el productor Martin Birch.
Impresión personal:
Quién me iva a decir a mi, que aquel album, de una banda que apenas conocía por aquellos tiempos y que conseguí grabar de la radio, integramente en una cassette, (gracias a Marce de Popular 3 Estereo, un fenomeno de los que ya quedan pocos, y que nos lo puso con previo aviso de 15 minutos para poderlo grabar y conservé hasta que reuní dinero para comprarmelo en vinilo) iba a dejarme marcado para toda la vida.
Este plástico sin desperdicio, consta de ocho temas que a cada cual mejor, lo mires por donde lo mires, empieces de atrás acia adelante o de delante acia atrás, para alguien que no lo conoce, (que no se si existirá) según lo va oyendo, cada canción que empieza lo sorprende. Joder que buena es esta, y esta, mira esta otra, lo dicho sin desperdicio.
Un disco que devolbió a Black Sabbath lo que había perdido con el despido de Ozzy, y que fué uno de los más vendidos de la banda.
Con relación a este disco encontré algo que me gustó y lo quiero poner aquí.
DIO HA MUERTO coincidiendo con el aniversario del disco.
Ha muerto Ronnie James Dio. Nos lo entregó todo con Black Sabbath en un disco irrepetible, ya mítico, Heaven and Hell. Lo escuché por primera vez en la pequeña cabina de un colegio mayor de Murcia, ciudad pancesca, hirviente y sensual donde anduve estudiando o haciendo como que estudiaba letras. Fueron años de intensa formación, sin duda. Allí, mi amigo Juan Carlos me lo hizo escuchar medio a oscuras. Lo sacó de su funda como si me fuese a descubrir algo secreto, en sí mismo inaudito. La portada era de los más prometedora: tres ángeles se fuman unos porritos mientras juegan al póker. Toda una contradicción poética digna del mejor Bukowski. Bien y mal, cielo e infierno, inocencia y perversión. La dualidad que a todos nos persigue y mortifica. Las canciones se iban sucediendo y Juan Carlos sonreía al ver cómo las iba yo encajando. La fuerza, la rabia extraordinaria, casi épica, de este disco te hacía sentir que podías conseguir cualquier cosa, que nada podía escapar a tu deseo, que tu mano podría apartar la mirada imposible del cretino que a diario te abruma o acariciar el rostro más delicado. Con Lonely is the Word te arrebataba el sentimiento poderoso del que cree poder eludir el desamor pero a la vez se siente capaz de entregarse al ser amado sin límite; con Heaven and Hell podías observar con piedad infinita con qué movimientos ridículos se aproximan y se alejan los hombres entre sí; si pinchabas la poderosa Die young no te resultaba ajeno nada, absolutamente nada, ni la delicada huella que dejan los astros en el firmamento ni el lento arrastrarse de un gusano mientras se atraganta de humus bajo tus pies. Tal era su fuerza. Ronnie James Dio fue la voz perfecta para este disco irrepetible. Dio ha muerto, pero no creo que descanse en el cielo, ni en el infierno. Ni siquiera está en paz: Dio está ahora conmigo mientras vuelvo a escuchar su voz arrebatada.
Publicado por JOSÉ ÁNGEL HIDALGO
Bueno quien quiera descargar ese discazo aquí lo tiene por MediaFire.